La dieta en el tratamiento de la Obesidad. Evidencias y recomendaciones (2)

Como ya vimos en la entrada anterior: La dieta en la prevención de la obesidad, hay mucha confusión y desinformación en torno a la nutrición y los problemas que graves que conlleva.

Es por esto que  la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) elaboraron un magnifico documento en el cual examinan y analizan la información publicada respecto a este asunto, para conocer la verdad de las diferentes cuestiones y los distintos abordajes que actualmente se plantean en la prevención y el tratamiento de la obesidad, unificando criterior de actuación.

En esta ocasión nos vamos a centrar en analizar »La dieta en el tratamiento de la obesidad»

Índice de contenidos

Dieta hipocalórica equilibrada. Patrones de alimentación

Una reducción energética en la dieta de 500-1.000 kcal diarias puede producir una pérdida de peso de entre 0,5 y 1 kg/semana, equivalentes a un 8% de pérdida ponderal en un periodo promedio de 6 meses.

La disminución del tamaño de las raciones consumidas y/o de la densidad energética de la dieta son medidas estratégicas efectivas para disminuir peso en pacientes obesos a través del tratamiento dietético.

Composición de la dieta

1. Dietas que modifican grasas VS. hidratos de carbono
  • En comparación con una dieta baja en grasas (DBG), una dieta baja en hidratos de carbono (DBHC) consigue una mayor pérdida de peso a corto plazo (6 meses)
  • A largo plazo (1 año o más) una DBHC comporta una pérdida de peso similar a la que se alcanza con una DBG
  • A largo plazo (1 año o más) una DBHC produce un mayor aumento de lipoproteínas de alta densidad (HDL) y mayor disminución de triglicéridos que una dieta baja en grasas saturadas
  • A largo plazo (1 año o más) una dieta baja en grasas saturadas produce una mayor disminución de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) que una DBHC
  • Las dietas bajas en hidratos de carbono ocasionan más efectos adversos que las DBG
  • Para potenciar el efecto de la dieta en la pérdida de peso no es útil disminuir la proporción de hidratos de carbono e incrementar la de grasas
  • Para el control del colesterol LDL del paciente con obesidad es eficaz la realización de una dieta baja en grasa, mientras que los niveles de colesterol HDL y triglicéridos se controlan mejor realizando una DBHC.
  • Las dietas bajas en hidratos de carbono no deben contener un elevado porcentaje de grasas de origen animal.
 
2. Dietas con modificación del tipo de hidratos de carbono
2.1. Dietas enriquecidas en fibra
  • No hay datos suficientes que permitan establecer una evidencia sobre el papel de la dieta enriquecida con fibra o cereales integrales sobre la pérdida de peso.
  • Los suplementos de fibra diferentes de glucomanano, añadidos a la dieta, pueden contribuir mínimamente a la pérdida de peso. Los obesos con alteraciones lipídicas se pueden beneficiar de la prescripción de dietas enriquecidas con fibra o suplementos de fibra (fundamentalmente glucomanano)
  • El tratamiento de la obesidad con una dieta enriquecida o suplementada con glucomanano, Plantago ovata y â-glucanos disminuye los niveles de colesterol LDL del paciente obeso

2.2. Dietas de bajo índice glucémico

  • Las modificaciones del IG o de la CG de la dieta no tienen efecto persistente sobre la pérdida de peso en el tratamiento de la obesidad
  • No hay datos suficientes que permitan establecer una evidencia sobre el papel de las dietas bajas en IG o CG sobre el mantenimiento del peso perdido tras una dieta hipocalórica.
  • No se puede recomendar la disminución de IG y CG como estrategia específica en el tratamiento dietético de la obesidad

3. Dietas hiperproteicas

  • La dieta hiperproteica puede inducir a corto plazo (menos de 6 meses) mayor pérdida de peso que una dieta convencional rica en hidratos de carbono
  • La dieta hiperproteica no induce a largo plazo (más de 12 meses) una mayor pérdida de peso que una dieta convencional rica en hidratos de carbono
  • No hay datos suficientes en el momento actual que nos permitan establecer la eficacia de las dietas hiperproteicas en el manteamiento del peso perdido tras una fase inicial de pérdida de peso con otro tipo de dieta.
  • La dieta hiperproteica favorece la preservación de la masamagra mejor que una dieta rica en hidratos de carbono
  • Las dietas hiperproteicas pueden incrementar a muy largo plazo el riesgo de mortalidad total y cardiovascular, fundamentalmente cuando la proteína es de origen animal
  • En el tratamiento de la obesidad no se recomienda inducir cambios en la proporción de proteínas de la dieta
  • Para garantizar el mantenimiento o incremento de la masa magra, durante una dieta hipocalórica, resulta eficaz aumentar el contenido de proteínas de la dieta por encima de 1,05 g/kg
  • Si se prescribe una dieta hiperproteica se debe limitar el aporte de proteína de origen animal para prevenir un mayor riesgo de mortalidad a muy largo plazo

Dietas de sustitución de comidas

  • La utilización de sustitutos de una o más comidas por preparados comerciales puede facilitar el seguimiento de una dieta hipocalórica de manera correcta, favoreciendo, en este caso, tanto la pérdida de peso como el mantenimiento del peso perdido
  • Este efecto beneficioso es mayor cuando dichos sustitutos se emplean en el contexto de tratamientos estructurados que incluyan pautas de ejercicio, educación y modificación de la conducta alimentaria
  • No se han descrito efectos adversos clínicamente importantes asociados a la utilización de sustitutos de comida en el contexto de dietas hipocalóricas
  • La sustitución de algunas comidas por sustitutos de comidas, en el contexto de dietas hipocalóricas, puede resultar de utilidad para la pérdida de peso y el mantenimiento del peso perdido enadultos obesos o con sobrepeso

Dietas de muy bajo contenido calórico

  • A corto plazo (inferior a 3 meses), las dietas de muy bajo contenido calórico (DMBC) (400-800 kcal/día) originan una mayor pérdida de peso que las dietas de bajo contenido calórico (> 800 kcal/día).
  • A largo plazo (superior a un año) estas dietas no originan una mayor pérdida ponderal que las dietas de bajo contenido calórico
  • Las DMBC presentan un mayor riesgo de efectos adversos que las dietas de bajo contenido calórico. En el momento actual las evidencias de que disponemos no permiten afirmar que las DMBC se asocien a una mayor pérdida de masa magra, en relación con la masa grasa, en comparación con las dietas hipocalóricas menos restrictivas
  • Las DMBC se podrán utilizar en el tratamiento del paciente con obesidad, atendiendo a una indicación clínica concreta y con un seguimiento médico estrecho
  • Las DMBC no se deben utilizar en los pacientes que no cumplan las indicaciones y los requisitos establecidos
  • La utilización de DMBC puede justificarse en el preoperatorio de la cirugía bariátrica en pacientes con esteatosis hepática y aumento del riesgo quirúrgico, bajo control médico y considerando los posibles efectos adversos que pueden observarse
  • La utilización de DMBC con productos comerciales podría justificarse en el postoperatorio inmediato de la cirugía bariátrica, para contribuir a que el paciente alcance un aporte proteico adecuado

Dieta mediterránea

No existe evidencia científica suficiente que indique que la DietMed, origine una mayor pérdida que otros tipos de dieta en el tratamiento de la obesidad.

 

Fuente: Documento Consenso FESNAD-SEEDO, Octubre 2011

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