En este articulo, me gustaría hablar sobre los grandes Mitos del deporte y del entrenamiento, que aún, hoy por hoy, están fuertemente arraigados entre las personas y gente que se inicia en el mundo del ejercicio físico
Abre tu mente, y prepárate para desterrar 7 mitos absurdos sobre el ejercicio, que no te benefician lo más mínimo :)
Índice de contenidos
Mito 1. Para eliminar la grasa del abdomen hay que hacer abdominales.
Si eres de los que piensa que para adelgazar y eliminar la grasa del abdomen hay que hacer abdominales, meeeeec! Estás equivocado, y mucho.
Hacer muchos abdominales no hará que reduzcas la grasa de esa zona.
Tu cuerpo, hagas el ejercicio que hagas, siempre quema la grasa de manera general, no de manera localizada.
Es cierto que hay zonas en las que la grasa se pierde antes y otras en las que se resiste a desaparecer, pero aun así, por mucho que se trate de eliminar esa grasa ejercitando esa zona, no se conseguirá una pérdida de grasa en la misma.
Además, los ejercicios abdominales son ejercicios localizados que conllevan un bajo gasto energético.
Por lo tanto si lo que quieres es eliminar la grasa abdominal, lo mejor es hacer una mezcla de ejercicios aeróbicos (correr, nadar, bicicleta, etc a un ritmo medio/alto) y anaeróbicos (ejercicios con pesas, correr, nadar, etc a un ritmo muy intenso).
También es importante llevar una dieta que te facilite la pérdida de peso de manera óptima.
Mito 2. Sudar es sinónimo de quemar grasa
¿Cuantas veces has visto a gente abrigada haciendo deporte, incluso en épocas de calor, sudando hasta la saciedad?
Este hecho suele responder a la creencia de que el sudor es señal de que estamos quemando depósitos de grasa, pero la realidad es muy distinta.
A través del sudor se pierde agua y sales minerales, pero no grasa.
La grasa que usas como energía no sale de los poros en forma de sudor, si no que se disipa en forma de energía y calor. El peso que pierdas después de haber hecho una actividad física intensa no proviene de la pérdida de grasa sino de la pérdida de agua que pierdes con el sudor.
Por eso, el peso que hayas perdido vuelve a su valor inicial una vez que recuperas el líquido perdido.
Ir demasiado abrigado puede ser contraproducente, ya que al sudar te deshidratas, y como consecuencia, te fatigas antes.
Además, una vez tu cuerpo está caliente aumenta algunos grados la temperatura corporal, con respecto a la temperatura ambiente. Si encima de estar caliente, haces ejercicio abrigado, puede aumentar demasiado tu temperatura interna, y puede ser realmente peligroso.
Mito 3. Las agujetas se quitan tomando agua con azúcar
El famoso mito de las agujetas está basado en la teoría sobre el ácido láctico como generador de agujetas (o como se conocen en medicina, mialgia diferida).
Según esta teoría, las agujetas se forman por la cristalización del ácido lácticoresultante de la actividad metabólica en las células musculares, y por tanto, lo que se pretende al tomar agua con azúcar, es eliminar estos cristales de ácido láctico.
Sin embargo, esta teoría ya no tiene validez científica, pues a día de hoy se sabe que estos cristales ni siquiera están presentes en el músculo después del entrenamiento, pues van a parar rápidamente a la sangre.
Además, si quieres una prueba irrefutable, las personas con la Enfermedad de McArdle son incapaces de producir ácido láctico y sin embargo sufren de agujetas.
Las agujetas son el resultado de roturas musculares a nivel microscópico durante la práctica de ejercicios en los que predominan las contracciones excéntricas, es decir, en aquellas en las que la tensión que genera el músculo es menor que la resistencia externa que se le aplica (la fase negativa o de bajada en una sentadilla).
Mito 4. No tomes agua durante el ejercicio!
Mucha gente cree que si no toma agua durante el ejercicio, mejorará su rendimiento y la verdad es que están completamente equivocados.
Y no solo equivocados, si no que se están jugando su integridad física.
Tienes que hidratarte continuamente para poder resistir la intensidad del ejercicio y poder rendir al máximo, sobretodo, a altas temperaturas
Cuando se realiza una actividad de mucha intensidad se suda con abundancia, lo que nos lleva a perder mucha agua, la cual debe ser reemplazada con regularidad o se corre el riesgo de deshidratación, por lo que baja el rendimiento y aumenta el riesgo de otros problemas más serios.
Mito 5. Cuando no entrenas, el musculo se convierte en grasa
Nada mas lejos de la realidad:
Músculo y grasa son independientes.
Si una persona deja de entrenar, sus músculos hipertrofiados se reducirán y volverán a su forma inicial.
Lógicamente, si esa persona deja de entrenar y tampoco cuida su dieta (como suele ocurrir), posiblemente también aumentará la grasa.
De ahí nace el mito y la falsa apreciación de que el musculo se convierte en grasa.
Mito 6. Estirar estáticamente siempre antes de entrenar
Existen varios estudios científicos que demuestran que los estiramientos estáticos antes del entrenamiento hace perder potencia y debilita el musculo lo que puede ser un hándicap para producir una lesión.
Esto no quiere decir que sea malo, de hecho, horas después del entrenamiento es totalmente recomendado, o en sesiones especificas para la mejora de flexibilidad.
Una buena recomendación sería realizar un correcto calentamiento siempre antes de cualquier actividad, aumentando la intensidad progresivamente y realizando estiramientos dinámicos de la o las articulaciones que van a trabajar.
Mito 7. Si una mujer entrena, le crecerán los músculos como a los hombres
Cuantas veces has escuchado a una mujer decir: “yo quiero entrenar pero no quiero ponerme cachas como tú”, o algo similar, como si fuera fácil lograrlo…
El temor generalizado que las mujeres le tienen al entrenamiento con pesas parece estar ligado a desarrollar musculatura o verse “demasiado musculadas”, pero eso no es tan sencillo como hacer unas cuantas sesiones de pesas para lograrlo.
A las mujeres siempre les será más difícil ganar músculo debido a la escasez de testosterona, hormona sexual masculina
La testosterona es muy escasa en las mujeres. Además la mujer tiene unos niveles de estrógenos muy altos, con lo que la grasa se distribuye en caderas y muslos y es antagónica a la testosterona.
Si la testosterona promueve el desarrollo muscular junto con signos masculinos como voz gruesa, densidad osea, rasgos faciales angulados y vello facial, los estrógenos promueven todo lo contrario.
Estos son condicionantes para que las mujeres por regla general (salvo algunas excepciones de mujeres musculadas geneticamente, o esteroides anabolizantes), posean un desarrollo muscular limitado.
Las mujeres que entrenan con pesos son mujeres con mayor tono muscular, posturas corregidas, menores niveles de grasa corporal, seguras de si mismas, y más sanas tanto física como mentalmente, la disciplina de este deporte da seguridad en uno mismo