Todos los que nos cuidamos, hacemos ejercicio, vamos al gimnasio etc, somos escultores que queremos construir una obra única, con la cual estemos agusto y sea admirada por nosotros y por los que nos rodean. El escultor hace y deshace a su gusto, pero siempre sabiendo lo que hace y a donde quiere llegar.
De nada sirve preguntarse cosas del tipo: ¿Qué diferencia hay entre hacer diez o doce repeticiones?, o ¿Cuántos gramos de comida debo ingerir exactamente? Cuando a un escultor le traen una piedra, tras tener el diseño, se pondrá a trabajar con el cincel grueso, dando martillazo tras martillazo, hasta que le quede una figura próxima a su diseño. Será entonces y solo entonces cuando saque el cincel fino y comience a trabajar suavemente y prestando atención al más mínimo detalle. Si el escultor hubiera empezado con el cincel fino desde el principio, se hubiera cansado y aburrido, y no hubiera hecho nada, es más, hubiera abandonado.
Los seres humanos tenemos la necesidad de saberlo todo antes de comenzar a entrenar. Supongo que es la forma de asegurarnos de que vamos a ir por el camino mas corto. Queremos hacerlo todo perfecto, queremos empezar con el cincel fino.
Así pues, deja los detalles para el final, y empieza a hacer deporte desde ya, sin preocuparte por los pequeños detalles. Verás cómo tu cuerpo va avanzando de manera impecable.
No te preocupes por las cosas pequeñas, cuando hay cosas grandes por hacer :)
Fuente: Juan Rallo, entrénate de verdad